miércoles

Coaching astrológico


Toda vida física y mental es una manifestación de energía.

Movilizar las propias energías del consultante e integrarlas en una totalidad funcional es la finalidad última de la Astrología.

Cada elemento (agua, tierra, aire, fuego) representa un género básico de energía y conciencia.   Cada uno de los cuatro elementos se manifiesta en tres modalidades vibracionales (cardinal, fija y mutable).  Son los cuatro elementos por las tres modalidades las que generan las doce pautas primarias de energía.   Las doce pautas primarias de energía configuran los doce signos zodiacales que componen una carta natal, con las diferentes combinaciones en cada una de ellas.   
 La posición del Sol, la Luna y los ocho planetas conocidos dentro de cada carta natal en los diferentes signos, así como las relaciones entre ellos, nos muestran las particularidades básicas de la personalidad y el temperamento de cada persona, sus dones y sus posibilidades a desarrollar  y las dificultades que pueden concretarse en la vida de la persona.

Es a través de esta base de personalidad y temperamento que la persona recibe al momento de nacer y del aprendizaje que recibe y realiza en función de lo que ha vivido desde su nacimiento, que actúa en concreto en lo que vive, en el aquí y ahora.    O sea, todo esto constituye el tipo de observador que cada uno es.


El coaching (en el cual profundizamos en la entrada que lleva este nombre) es un proceso de aprendizaje a través del cual transformamos el tipo de observador que somos como resultado de las interpretaciones de las distintas experiencias que hemos vivido.

En las sesiones de coaching astrológico, analizamos en concreto como, el consultante, ha desarrollado esas características básicas, en función de las experiencias vividas, y los límites que se ha autoimpuesto, así como las creencias limitadoras resultantes.    

El coach debe ayudar a re-articular las creencias limitadoras del consultante sin presionar, ni formular interpretaciones, con empatía e intuición, con una escucha noble, activa y reflexiva, y con maestría en la formulación de preguntas.

Sabemos ya que toda acción resulta del tipo de observador que cada uno es. Observador es la forma particular en que un individuo otorga sentido a la situación que enfrenta, antes de intervenir en ella.

En consecuencia, al transformar al observador, construimos nuevos y diferentes sentidos, que transformarán también nuestras acciones.  

De aquí, el concepto de transformación personal del coaching astrológico.


2 comentarios:

Alba Rosalia Marzoratti dijo...

Muy interesante!!

Roxana dijo...

Muy bien enfocados los temas y muy claros. Me gusta mucho. Y como asesora familiar he utilizado no solo los conceptos jungianos sino tambien los signos o sea los soles delas personas para poder tratarlas lomejor posible. Gracias!